Todo esto se bajo a la parte de abajo, dejando en la pista de entrenamiento el salto y la empalizada, y quedándose una pista enorme.No hicimos nada con los perros, sólo dos pequeños rastros y al final de la tarde (17:00 horas) un poquito de defensa. Pero alguno de ellos antes de comer, como se aburría, encontró el trapo y me lo trajo porque tenía ganas de que se lo luchara un poquito, aquí tenéis a Flecho.
Que trabajo más bien hecho hizo Bartolo, y que meticuloso.
Que trabajo más bien hecho hizo Bartolo, y que meticuloso.
Julieta hizo una paella e invitamos a comer a los que estaban allí. Y según todos le salió buenísima.